Así como no soy de interesarme por opiniones ajenas, también soy muy hocicona y lo admito. No sé cerrar la boca y cuando algo me parece injusto o cruel no puedo voltear a otro lado Y LO LAMENTO MUCHO PERO NO PUEDO Y NO QUIERO. Intervengo y quizás soy demasiado burlona y agresiva para que se me tome en serio. No importa, me da igual.
Con el pasar de los años eso me ha ganado simpatía con otras personas, que me ven tan apasionada a mis creencias -que son muy pocas-, tan protectora y tan ácida también. La gente se siente cómoda con mi honestidad, se ríe de lo que escribo o se sienten identificadxs porque suelo decir las cosas que todxs piensan.
Eso también me ha generado disputas, discusiones, insultos y acoso. Gente que me ha seguido de Twitter a Facebook, de Facebook a Instagram. De este blog a mi cuenta de correo electrónico. De Twitter a mi Curiouscat/Ask.
Me han aplaudido, me han retuiteado, me han dado las gracias. También me han mandado a suicidar, me han deseado la muerte, me han llamado de mil maneras y han buscado ofenderme a través de insultar mis relaciones personales (relaciones que NO son públicas)
Dentro de mis limitantes socio-emocionales (mi autismo, mi ansiedad y episodios maniaco-depresivos, mi introversión y mi miedo irracional al abandono), "volverme activista" es un movimiento suicida. Lo es. Me gusta la atención pero al mismo tiempo le rehuyo. Es el eterno escrutinio, los susurros tras mi espalda y las indirectas que no me llegan pero que las siento lo que me resulta tan atemorizante. Pero estar repitiendo una y otra vez lo mismo, leyendo la misma chingadera vomitiva una y otra vez es CANSADO.
Entro a Twitter y es una guerra constante. En estos últimos años he sido muy cuidadosa de a quiénes sigo y he filtrado lo más que he podido entre mis mutuals pero los algoritmos de la pendeja red social parece que siempre me muestran precisamente lo que estoy evitando: Peleas. Tuits malintencionados, llenos de odio y veneno.
He silenciado muchas palabras pero entonces abro FB y es encontrarme lo mismo y se vuelve muy frustrante.
Estoy frustrada porque me veo en la necesidad de intervenir y en un espacio tan Olimpiadas de lo Woke como es twitter, me siento muy frustrada de no poder decir lo que quiero decir.
Si me lees en twitter sabrás que a veces entro en polémicas y discusiones, a veces no. A veces respondo con sobrada paciencia y elegancia, a veces nomás mando a chingar a su padre a la gente, a veces sólo gifs de Taylor Swift son mis respuestas.
Toma por sentado que no importa cuáles sean mis respuestas, me siento frustrada de no poder decir lo que realmente quiero decir.
Porque si me peleo con alguien trans, aunque respete su identidad, tan sólo el hecho de refutarle sus argumentos en automático soy transfóbica porque COMO UNA CIS, DESDE SU PRIVILEGIO DE CIS, VIENE A DECIRLE A ALGUIEN TRANS QUE SU OPINIÓN NO ES OPINIÓN ES DISCURSO DE ODIO.
Porque si me peleo con alguien bi, aunque respete su identidad, sigo siendo bifóbica porque cóMO SE ATREVE CHARLIE MARIAN A DECIRLE QUE SU OPINIÓN ES BASURA.
Porque si me peleo con alguien gay, alguien racializadx, alguien empobrecidx, CÓMO CHINGADOS SE ATREVE CHARLIE MARIAN CON SU PRIVILEGIO DE COLOR CLARO, CLASE MEDIA, CISGÉNERO, CON PASE DE HETERO, CON EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, ETC, ETC, ETC.
(Y menciono esos grupos porque son los únicos grupos con los que discuto ya. Los vatos cis y la gente blanka y hetero me tienen sin cuidado en lo absoluto)
Porque sí, no voy a negar mis privilegios y que muchos de mis puntos de vista se ven sesgados por ellos.
Lo que voy a decir es que DEFENDER MI COMUNIDAD no viene de mi privilegio de cis, ni de color ni de clase. Verga, no puedo creer que tenga que escribirlo.
Alguien menciona que no hay consumo ético bajo el capitalismo y yo le respondo que eso no excusa financiar muerte animal.
En seguida es un: PERO TÚ TIENES CARRERA, A TI TE MANTIENEN TUS MA-PÁS, TIENES TRABAJO, GANAS DIEZ MIL PESOS AL MES, TU VEGETARIANISMO ES PRIVILEGIO DE CLASE.
Y no importa cuántas veces repita que es cierto todo eso, y que es cierto también que me volví vegetariana cuando tenía 18 años y que me peleé con mi familia -y aun lo hago- por defender los derechos de los animalitos, que el veganismo viene de grupos vulnerables y comunidades racializadas, eso no se oye.
El eco de mi cuerpo, de mi apariencia, de la cuenta del banco de mis ma-pas, del título que tengo guardado en un librero es lo que al final resuena.
No importa mi neurodivergencia, no importa mi orientación sexual, no importa nada. Sólo importa invalidar lo que digo.
La cosa es que, yo nunca me he considerado activista. Ni siquiera cuando me han llamado así otras personas. No creo serlo. Creo que para ser activista hay que leer mucho y saber mucho y tener, ya saben, "fama". Ser popular, pues. Hay que ser inteligente, sensatx, ya saben, tener cara y actitud de influencer.
Yo no soy nada de eso. Soy tonta y aunque escriba muy rápido en persona balbuceo mucho, me tropiezo con mis propias palabras. No me gusta recibir mucha atención, me da miedo cuando las hordas de personas llegan a mi perfil de twitter a tirarme mierda, cuando la gente en FB de repente me manda muchas solicitudes de amistad luego de pelearme en alguna página anti-aborto.
No creo ser activista, no quiero serlo y lamento mucho si le arruino la ilusión a alguien. Prefiero el silencio de mis libros, en mi rincón del mundo. El ruido me sofoca, no saben cuánto y aunque me vean muy ruda me han hecho llorar en más de alguna ocasión.
Habiendo dicho eso, no pienso dejar de meterme y dar la cara por lxs míxs y por otrxs. Porque así soy yo. Si bien, referente o ícono nunca voy a ser, me gusta que me vean como su amiga. No aliada, porque posiblemente me beneficio del privilegio que les oprime a otres, sí quiero que piensen que soy su amiga y que voy a ver por ustedes, por les otres, y que voy a defenderles incluso a costa de mi salud mental.
Porque yo no creo que ser buena persona es "no hacer el mal". Yo creo que las personas buenas somos quiénes detenemos el mal, que le entramos a los putazos virtuales y presenciales y que levantamos la voz cuando alguien más esté siendo violentadx.
¿Espero lo mismo de lxs demás?
Sería muy ingenuo de mi parte pero sí lo deseo y a pesar de eso no puedo esperar a que pase. Tengo que salir yo.
Hay días buenos en donde tengo la energía de enfrascarme en discusiones que podrían resultar beneficiosas, tampoco es como que me agarre a cualquier pendejo para discutir cuando sé que esa persona jamás entenderá porque no quiere aprender -soY MAESTRA NO LO OLVIDEN-, hay días en que si me arroban en cosas problemáticas, voy a salir a dar la cara y a soltar putazos a puño limpio.
Hay días en que yo misma llamaré la atención a esa gente llena de odio, hay días en que haré memes sobre ello y me reiré y les invitaré a reflexionar sobre el tema de moda.
Hay días, como hoy, que siento que se me drenan las ganas de vivir y la frustración acumulada en mi cuerpecito sale con llanto.
Pero mañana volveré a estar de pie, lista para seguir limpiando la mierda de internet.