Ayer en la noche cuando estaba acostada en mi cama me puse a pensar en que quería escribir sobre este tema y de hecho hasta ideé el título pero ahora que estoy sentada frente a la lap con dos copas de vino encima y me cuesta trabajo pensar dos oraciones coherentes sobre el tema.
No tiene que ver el alcohol, no estoy ebria -igual y un poquito mareada sí-, tiene que ver con lo mucho que ~me duele~ el tema. Y podemos decir que es mi culpa, vamos, yo sé que lo piensan. Es mi culpa por idealizar a alguien que no conozco y que probablemente nunca voy a conocer así que la decepción es enteramente mi responsabilidad. Yo sé que se puede traducir así, de hecho, tengo bastantes días pensando en eso, desde que ocurrió pero llegué a la siguiente conclusión:
Si me responsabilizo a mí, enteramente, también le estoy quitando peso a lo que él hizo.
Pero vamos desde el principio, porque probablemente no tienen ni idea de quién es Stephen King o lo que significa para mí y mucho menos lo que hizo para haber vivido unos días bastante inquietos y tristes, llenos de amarga decepción.
Stephen King es un autor de MUCHAS novelas, casi en su mayoría de terror pero escribe de muchas temáticas. Podrían señalar que mi relación con él es meramente autor-lectora y no podrían equivocarse más.
Sí me gustan mucho sus novelas, tengo varias, me gusta mucho cómo escribe SIN EMBARGO no creo que sea el mejor escritor. Podría decir fácilmente que me gusta más Oscar Wilde o Anai López.
Mi relación con él va más allá de lo personal, lo profundo. Es una conexión que no sabría cómo explicar. Creo, desde el fondo de mi corazón, que tenemos tantos puntos en común, nos parecemos bastante.
Vemos la vida y el acto de escribir de una manera bastante similar, casi gemela.
Me gusta mucho Stephen como autor, pero me atrae más como hombre porque además creo que es un hombre bastante guapo y con ideas interesantes y con las que comulgo extrañamente.
Y digo extrañamente porque no nos parecemos mucho EN EL SENTIDO de que él es un hombre blanco cis-hetero rico y yo soy una mujer latina joven cis-pansexual de clase media. Hay MUCHÍSIMAS diferencias y aún así nuestros corazones o almas o lo que sea se las ingeniaron para coincidir tanto.
No es para mí otro autor de novelas que me distraen por las noches, es un hombre extraordinario para mí. Al menos eso era.
Uno hombre blanco cis-hetero rico que era diferente a los demás. Teniendo a una mujer rebelde como esposa, teniendo hijos escritores y una hija abiertamente lesbiana.
Escribiendo sobre personas con drogadicción, personas pobres, personas racializadas, mujeres o personajes lgbtq+.
POR QUÉ SALE CON SUS CHINGADERAS? ¿ES QUE YA NO PODEMOS CREER EN NADIE?
Hace unos días en tuiter se dio la polémica enorme sobre la Academia y sobre cómo sólo nominan a puros hombres blankkkos mediocres para las pelis. Que no nominaron a Greta Gerwig como mejor directora a pesar de que SÍ nominaron Little Women, entre otras discusiones claramente racistas y misóginas.
Stephen salió, entonces, de su cueva a escribir en tuiter su opinión. Quiero agregar que ÉL es parte de la academia, es parte de ese club de tobby para elegir según lo mejor de lo mejor del cine, ya tiene años que él mismo lo hizo público -que es parte del jurado-.
Entonces ESTE GÜEY decidió agarrar su teléfono y ponerse a teclear, escribir lo que piensa. Y por supuesto, ES UN HOMBRE, no piensa bien.
En un hilo mal estructurado -porque aparantemente no sabe cómo hilar los tuits con el botón de "añadir tuit"-, expresó su opinión sobre la diversidad.
Dijo que no podían ganar -personas racializadas, comunidad lgbtq+, mujeres- si no las nominaban.
Antes de eso también dijo que ÉL NO VEÍA LA DIVERSIDAD EN EL ARTE, SINO LA CALIDAD.
¿Qué vergas???
Cuando sucedió todo eso yo estaba presente y hasta podría describirles el taladreo de mi sangre en mis venas, cómo se fue directo hasta las puntas de mis pies y sentí que me iba a desmayar. Jamás me había dolido el corazón tanto por algo ajeno a mí.
Stephen, un hombre que yo daba por extraordinario, dando una pinche opinión toda culera y mediocre, una opinión que tienen MUCHOS HOMBRES que conozco y no conozco.
Qué pinche perra decepción, de verdad. Los ojos se me llenaron de lágrimas y quise vomitar.
Me enojé tanto que no pude no responderle. Le escribí un par de tuits que quizás no fueron muy amigables, ustedes saben que no tengo sangre en las venas, sino fuego. Incluso aunque digo tener un amor inexplicable y feroz por Stephen, también ese amor se puede convertir en ira.
Estaba iracunda.
¿Como por qué se estaba saliendo de lo que YO indicaba que era correcto? Y entonces me golpeó.
Stephen no es lo que yO quiero que sea, es lo que él es.
¿Pero quién es entonces? ¿Es el escritor raro con quién tengo una conexión sobrehumana? ¿O es otro hombre rico como Trump, Bieber o Putin?
La verdad considero que he sido muy cuidadosa con respecto a mi relación con Stephen. Procuré no ilusionarme, no idolatrarlo. Tener siempre los pies bien plantados en la tierra. Es un hombre blanco, al final de cuentas, no puedo fiarme mucho de él. Me va a decepcionar, va a romper mi corazón, lo sé.
¿Pero saben? Mis ganas de que me probara lo contrario era más grande. Necesitaba creer en algo más grande que yo, y mi conexión con él era lo ideal. Era lo que yo quería. Sus novelas eran mi refugio y mi amor por él me daba paz. Saber que amaba a un hombre diferente a la norma me hacía sentir alivio.
¿Y ahora?
No lo sé. Sólo sé que sentí cómo mi corazón se fracturaba al leer sus palabras. Mucha gente se le lanzó a la yugular, lo llamó por miles de nombres, se hicieron encabezados con sus tuits, se hicieron memes hirientes que llegaron incluso hasta mi muro de Facebook.
El ruido y el dolor eran demasiado abrumadores. Yo confiaba, casi, ciegamente en él. ¿Y ahora qué?
He estado pensando mucho en eso estos últimos días. Me puse muy triste, la decepción era tremenda, era más fuerte que incluso mis ganas de leer.
Me siento muy triste, me siento muy culpable y muy responsable. Hice lo que pude y ese es mi único consuelo.
¿Aún lo amo?
Sí.
Lo hago, no creo que mi conexión con él se vaya así tan fácil. Al final y como me dijeron mis amigues de twitter, "al menos no resultó ser terf" o algo peor. No es nazi, no es racista, no es machista, no es homofóbico, no es capacitista o dice cosas pendejas como "los pobres son pobres porque quieren".
Es nomás un hombre.
Por mucho que yo quisiera que él fuera más que un hombre cualquiera, lo es.
Y creo que aquí reside el valor de mi amor por él. Aceptar que es sólo un hombre y no lo que yo quiera.
Algún día, quizás, logre superar esto. Algún día, quizás, él se redima a sí mismo y yo pueda volver a depositarle toda mi confianza.
Algún día, quizás, no.
Pero espero para entonces saber qué chingados hacer con mis sentimientos.
La moraleja:
No idealicen a nadie. Todes somos basura.
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