Desde el primer problema, la primera bandera roja que apareció en la distancia, quise dar un voto de fe y pensar que no era personal. No era personal, ¿Por qué alguien que no me conoce -de nada- podía tener algo contra mí? Era ridículo.
No me gusta pensar mal de las personas, mucho menos de las mujeres que se acercan con intenciones amistosas, que dicen querer ser mis amigas. Tenía casi el sello de aprobación del mimors, quiero decir, si es su amiga entonces valía la pena, eso me dije a mí misma. Hasta recomendada la muchacha llegaba a mi vida, caray, qué suerte.
Pero yo no tengo buena suerte y muchas veces cuando me gana la buena ondez -la ingenuidad, el autismo, lo que ustedes quieran-, pierdo completamente la noción de las cosas. Mi percepción queda más nublada que escena de Crepúsculo.
Ella se acercó a mí con palabras gentiles y gestos dulces. Me acompañó y me escribía y me escuchaba cuando yo la estaba pasando muy mal por mi ruptura con Karli. Poco a poco iba cubriendo ese espacio, llenando ese vacío que su ausencia me había causado, sin embargo, desde ese inicio no fue honesta y eso fue unA GRAN BANDERA ROJA.
¿Qué había que ocultar? ¿Su historia con el mimors? Entonces y ahora eso no es mi asunto y no me voy a meter.
Hubo esa espinita de descontento, de inconformidad, de incomodidad. Una cosa era que no me dijera que era amiga del mimors o la historia que había tenido con él o que aún tenía o no sé y otra cosa muy diferente era que me pidiera que le guardara secretos.
Nunca acepté pero esa fuE OTRA SEÑAL DEL DESTINO que me rehusé a tomar en cuenta porque para entonces yo ya le había agarrado cariño. Era una buena muchacha y con muchas cualidades.
Pero a pesar de las palabras de aliento, las noches compartidas y los comentarios intercambiados, el dibujo que me regaló en marzo de aquel año y la taza de gato que yo le di en julio, creo que lo que le podía ofrecer -que no era mucho porque mi corazón roto me estaba robando la poca cordura que me quedaba- no fue suficiente. No pude hacer que se quedara, ella no se quiso quedar conmigo después de que el mimors me dejara, así que no lo hizo.
¿Y yo?
Quedé completamente devastada
Pero pasó el tiempo y me recompuse y todo eventualmente se arregló, tomó el rumbo que debía tomar y entonces ella decidió volver.
Le volví a dar el beneficio de la duda y lo único que esta vez SÍ le pedí encarecidamente fue su honestidad. Quería, NECESITABA que fuera sincera conmigo, más de lo que antes había sido.
Y creo que fue mucha presión o algo así porque entonces decidió que no lo valgo y me volvió a mandar alv.
O sea????
Dejé el tema por la paz. Era claro que no quería ser mi amiga y estaba bien, está en su derecho de no querer serlo. Es más, hasta la entiendo, yo tampoco querría ser mi amiga.
Después de hablarlo con el mimors y que me contara algunas cosas que yo no sabía, decidí OTRA VEZ que dejaría el tema por la paz. No era mi problema, no me iba a meter. ODIO, O D I O, completamente ABORREZCO que me arrastren a dramas que no son míos ¿Y este triángulo? Uff, súper más que innecesario, una narrativa que NO quiero y no ocupo ni nada. Diosa santa.
Me ha costado mucho trabajo poner mi vida en orden después de que todo se fue alv en ese fatídico 2018 en donde perdí mucho y por instantes creía que me perdía a mí misma también. Me ha costado mantenerme ocupada y distraída, me ha costado sobreponerme a la separación con mi mejor amiga, la primer y única mejor amiga que alguna vez he tenido. Han sido meses difíciles pero creo que la mayor parte del tiempo he puesto buena cara.
Me ha costado sangre, lágrimas y humanidad recomponer mi corazón y confianza y autoestima y mi fe, hecha pedazos, es frágil, es vulnerable.
Me parece una culerada que esta persona venga otra vez, entre como si nada en mi vida, pise todo mi trabajo y me escupa en la cara con su indiferencia, recordándome otra vez lo mucho que ella no me quiere cerca.
Un "stalkeo" que terminó mal y desenbocó en dándome follow en Twitter. Me emocioné, por supuesto y porque soy tonta por ese momento creí que quería que fuéramos amigas, que todavía nos tenía fe. A los pocos minutos me quitó el follow y tuiteó alguna mamada como de que "Ups, estaba stalkeando a alguien a quién no le hablo y por accidente le di follow JEJEJEJE".
Más que evidente, yo sin titubear le contesté públicamente: ¿Era sobre mí? Shale.
A continuación me escribió por mensaje privado que bien pude haber usado SS (porque tengo) pero decidí no hacerlo.
Total que la conversación fue breve: No, Mariana, no te hagas ideas raras, sólo andaba de metiche. Ajá bye.
Entonces no me lo tomé a mal. Un error de dedo cualquiera lo tiene, un desliz, tenía "curiosidad" por mí, perfectamente entendible.
Hasta que pasaron los minutos y las horas y una sensación de tristeza, de dolor, de amargura se ciñó sobre mí, causándome hasta dolor de estómago. Se me llenaron de lágrimas los ojos cuando me acosté para dormir.
Mi fe, todavía rota, ahora estaba cubierta por una fina capa de angustia. De verdad que Monse no perdía oportunidad de desairarme una y otra vez.
Me tomó varios días -y varias conversaciones- llegar a algo concreto. Me sentía -y todavía me siento- muy herida. Nunca en toda nuestra historia de amistad las cosas shady que hacía quise verlas como algo personal. No quería pensar mal de ella, incluso cuando una y otra vez los demás a mi alrededor me lo decían. Incluso cuando el mismo mimors me señaló varias cosas yo me rehusé a escucharlo a él y a todes. Porque yo quería creer en ella, en sus buenas intenciones y en sus dulces palabras que terminaron convirtiéndose en armas para hacerme daño.
Después de estos días de la porquería que he sentido hasta en la boca del estómago tomé la decisión de bloquearla de todos lados. Decidí no guardar ningún lazo ni por mí misma ni por nadie y justo cuando entré a Twitter, me topo con que ella me bloqueó primero a mí. COMO SI YO LE HUBIERA HECHO ALGO.
????
Le regresé el bloqueo, y lo extendí a WhatsApp e Instagram.
No saben el tamaño de estúpida que me siento. No saben lo mal que la he pasado. Sus continuos rechazos abrían las heridas que otres habían abierto en mí y con las que he trabajado con mucho empeño estos últimos meses, este último año.
La poca consideración, la malicia, la premeditación, es que esto sí es personal. Se siente tan mezquino que no puede ser coincidencia, debe haber alguna razón.
En este punto de mi vida y tras este largo y tortuoso camino que he tomado para sanarme a mí misma, no me interesan sus razones, sus justificaciones, sus pretextos, su historia. No me interesa, no lo vale.
Sé que lo leerá así que le pido que no me vuelva a buscar, no me vuelva a escribir. Yo contigo no quiero nada y aquí pinto mi línea. Perdiste a alguien que sinceramente te quería. Es tu pérdida, no mía.
No me vuelvo a poner en peligro por alguien como tú.
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